viernes, 20 de abril de 2007

Sociologia 5

Sesión Nº 5

I.- Tema: La Cultura y sus principales conceptos

II.- Objetivos:

1.- Mostrar las características principales que se identifican en la sociedad tradicional como en las modernas

2.- Describir los conceptos de cultura desde el punto de vista teórico social e investigativo

III.- Despliegue temático

La Sociedad Tradicional y Sociedad Moderna

La transición de la sociedad organizada jerárquicamente a la moderna sociedad industrial llena la historia de la Edad Moderna hasta nuestros días, pero el paso de la una a la otra se produjo concretamente en la segunda mitad del siglo XVIII (con la Revolución francesa y la Revolución industrial.En este sentido, el primer momento decisivo lo constituyó la evolución de las clases superiores. Durante los siglos XVI y XVII, el fortalecimiento de las monarquías trajo consigo la aparición de grandes cortes en todos los países europeos, en las que los aristócratas se relacionaban con mujeres de ascendencia aún más ilustre que la suya. Los aristócratas debían mostrarse respetuosos, corteses y galantes con ellas, lo que dio lugar a una cultura del comportamiento, a una nueva «cortesía» en la que se combinaban el respeto debido a la posición social y el culto erótico a la mujer heredado de los caballeros. El prestigio de un aristócrata ya no dependía solamente de su poder, sino también de su estilo de conducta, de su porte, de su amabilidad, de su galantería, de su ingenio y de su capacidad para cautivar a los presentes con su animada conversación, en una palabra, de lo que desde entonces se llamó las «maneras». Quienes juzgaban este estilo eran las mujeres y, por lo tanto, el primer gran paso hacia la civilización lo supuso la necesidad de satisfacer las expectativas de conducta de las damas distinguidas.

Al mismo tiempo, la estructura familiar de la aristocracia continuó siendo tradicional. La familia de esta sociedad estamental es totalmente distinta de la familia moderna. No era una familia nuclear compuesta de padres e hijos y renovada en cada generación; por familia se entendía más bien la familia extensa, que abarcaba varias generaciones. A ella pertenecían, además de las tías, tíos y sobrinos solteros, las criadas, las doncellas, los oficiales y los aprendices que tampoco se habían casado. El hogar familiar era al mismo tiempo la empresa, ya se tratase de una explotación importante, de una hacienda, de un taller de artesanía o de un comercio. En los países protestantes se convirtió en la base del orden moral y religioso, y el cabeza de familia velaba por la lectura de la Biblia y el comportamiento cristiano. Este tipo de familia estaba profundamente integrada en la sociedad y no necesitaba ninguna cohesión emocional especial. Esto no significa que no pudiese haberla; pero en la cultura todavía no existía el sentimiento de intimidad familiar como vínculo especial entre el matrimonio y entre padres e hijos.

En la aristocracia, el amor erótico se practicaba fuera del matrimonio, algo que a los burgueses les parecía ridículo. Para referirse al amor tampoco se hablaba de sentimiento, sino de pasión, es decir, de una forma de sufrimiento que se consideraba una enfermedad; el matrimonio, en cambio, se celebraba por razones de política familiar. En estas familias no había intimidad.

Todo esto cambia con la transición a la sociedad moderna durante el siglo XVIII, cuando la burguesía disputa a la nobleza la dirección cultural. La transformación de la familia se sitúa en el centro de la confrontación ideológica. En la sociedad moderna la familia ya no garantiza al individuo su posición social. Además de la crianza de los hijos, ahora la familia tiene otra función fundamental: la intimidad entre el matrimonio y entre padres e hijos compensa unas relaciones sociales cada vez más impersonales. Este paso se dio en la revolución cultural que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XVIII, en el llamado «movimiento sentimental».

2.- El concepto (vulgar) de cultura:

Más que pensar que existe un concepto vulgar de la cultura, es importante saber como se gesta el concepto como tal, o desde donde proviene, y por qué se ha ido transformando hasta el día de hoy.

La modernidad se identifica a partir de las transformaciones ocurridas en las sociedades tradicionales, con su inmanente tendencia a la repetición y al mantenimiento de situaciones, en sociedades guiadas por la idea de cambio y progreso, esto es, guiadas por la fe en el futuro y el valor de lo nuevo1. Para entender esta modificación debemos primero que nada reconocer la base cultural que sustenta lo social:

“Conocemos y hablamos a través de la cultura de nuestro tiempo y de nuestro grupo social, construimos el universo que nos acoge o que nos perturba parándonos sobre los hombros de aquellos que nos precedieron en la misma tarea. Transmitimos una cultura a nuestros hijos, incluso como una resistencia frente a lo cual ellos pueden revelarse y levantar sus propios estilos de acción y comprensión”2

La cultura puede ser entendida como el proceso de producción, o sea del control del desarrollo de lo natural. En un comienzo el concepto se entendió como algo netamente relacionado con lo material, que luego metafóricamente fue transmutado a un asunto del espíritu. En las tradiciones populares la cultura estaba estrechamente relacionada con el arar de la tierra, es en el arar y en la siembra donde el hombre obtiene sus frutos, por lo tanto en las relaciones sociales también se generaran frutos, además estos frutos, serán él cómo se realiza determinada práctica social. En un principio la cultura popular estará supeditada al manto religioso, a la moral religiosa que por medio del lenguaje encontró el mecanismo de circular entre una sociedad y otra, pero siempre manteniendo los valores y normas de su tiempo

En esta búsqueda de la sociología, por querer hablar de la realidad a través de lo científico, ha definido que aquello que se encuentra en el sentido común de las personas, en el folklore, quedará fuera del interés de las ciencias sociales, y que esa práctica que se realiza debe responder o adecuarse a las pautas que la sociología describirá por medio de la observación de la interacción social.

Por una lado la palabra cultura señala una transición histórica decisiva, pero, por otro, encierra por si sola una serie de aspectos filosóficos claves. Entendida como un control organizado del desarrollo natural, entre lo que le hacemos al mundo y lo que él nos hace a nosotros. Más que deconstruir la oposición entre cultura y naturaleza, lo importante es entender que el término cultura ya incluye en si mismo esa deconstrucción.

El concepto sociológico de cultura

La sociología entenderá que el concepto como tal, cuenta con una serie de definiciones ligadas al producir. Una buena definición a mi entender es la que realiza la pensadora chilena Nelly Richard y dice:

“La cultura se nos ha presentado como un proceso social-material cuya textura productiva y comunicativa relaciona cuerpos, signos e instituciones en pugnas de economías, lenguajes o deseos.”

Otra forma también de entenderlo será lo que plantea el sociólogo chileno José Joaquín Brunner:

“Entenderemos por cultura los procesos de producción y transmisión de sentidos que construyen el mundo simbólico de los individuos y la sociedad. Esos procesos comprenden la producción organizada de bienes simbólicos (textos, conocimiento, información, imágenes, modas, ídolos, etc.)”

La palabra cultura contiene en si misma una tensión entre producir y ser producido, entre racionalidad y espontaneidad que se opone a la idea ilustrada de un intelecto inmaterial y descarnado, pero que también desafía el reduccionismo cultural imperante en gran parte del pensamiento contemporáneo. Somos seres culturales, pero también somos parte de la naturaleza sobre la que ejercemos nuestro trabajo. De hecho parte del meollo de la palabra naturaleza es que nos recuerda el continuum entre nosotros mismo y el entorno, mientras que cultura sirve para destacar la diferencia.

Raymond Williams, distinguió del concepto de cultura tres sentidos modernos básicos, en su historia.

  • El primer sentido que se distingue es como sinónimo de la civilización, formando parte del proyecto de la ilustración y con características de auto desarrollo secular y progresista, Tiene su origen en Francia siendo utilizado tanto en la vida económica y técnica, como en lo político. Para los alemanes en cambio alude al refinamiento de un grupo o un individuo

  • Durante el siglo XIX se convertirá en antónimo, separándose del concepto de civilización y adquiriendo un carácter más social. La cultura requerirá de nuevas condiciones que le permitirá acercarse al estado y a su dimensión política. La cultura se encargara de pulir el rostro duro del hombre rural incorporándolo a una relación más compleja.

  • A finales del siglo XIX la civilización se inundara de ideas imperialista asumiéndose a si misma también como un valor, dejando a los ojos de los liberales suficientes razones para desacreditarla. Es en este momento y bajo este clima de tensión, en que los alemanes toman para si la palabra Culture que traducida a su idioma es Kultur y configuran la crítica romántica pre-marxista de la primera fase del capitalismo industrial. La cultura no puede volver a la idea de cultivo individual ya debe retener de alguna forma su dimensión social.


De aquí en adelante la cultura adopta su significado moderno, se dirá que la cultura no consiste en una historia unilineal de la humanidad universal, sino en una diversidad de vidas específicas.

Niveles de la cultura

Para la Sociología, en el querer investigar el ámbito cultural, establecerá una clasificación de lo que es la cultura. Considerando la forma que tienen los individuos de agruparse y de adquirir su identidad.

    -La Cultura Familiar.

Cada familia expresa en su vivir cotidiano -y transmite a sus hijos en el proceso de socialización- una forma particular de ver el mundo y de actuar en él. Así, una familia enseña a tratar a los padres de "tu", mientras que en otras los hijos son enseñados a tratarlos de "Ud.", la misma variación entre familias se observa en las maneras de mesa, etc. Del mismo modo, diferentes familias variarán en costumbres, valores, normas de vida, lenguaje, simbolismos que les son propios, etc. respecto de su vecinos. Estas diferencias particulares bien pueden ser llamadas la "identidad cultural de cada familia". No desconocemos que al hablar de la "cultura familiar" nos movemos muy cerca de los conceptos que estudia la Psicología Social, pero no podemos dejar de ver que muchos rasgos particulares de las familias corresponden nítidamente a los elementos que hemos llamado culturales. La exacta diferencia entre lo cultural y lo psico social, por el momento, queda como tarea para el alumno.

    - La Cultura del Barrio o Vecindario.

También los barrios o vecindarios tienen cierta identidad propia, dependiendo del grado de relaciones comunes, años de antigüedad del vecindario, etc. así ocurre que en Año Nuevo, por ejemplo, hay vecindarios donde las familias se saluda alegremente recorriendo a todos los vecinos en un radio a veces bastante amplio, mientras que en otros vecindarios la gente escasamente se saluda. Hay que tener en cuenta que la casa familiar, su patio, el antejardín y el vecindario son el primer territorio del niño, donde recibe las primeras influencias de su medio ambiente social, y por lo tanto de su enculturación. También hemos observado que muchas mujeres, cuando asumen un rol de actividad destinado solo a las tareas de hogar, terminan encerrándose en un territorio sumamente restringido que corresponde exclusivamente al micromundo del vecindario, con bastante desconocimiento de lo que sucede en el resto del orbe. Es natural, en ese caso, que esas personas terminen preocupándose solo de lo que sucede a las personas que viven dentro de su territorio vecinal.

- La Cultura Local.

La idea de localidad representa un territorio más amplio que el vecindario inmediato. En algunos casos significa toda una comuna, como Carahue, por ejemplo (16.000 habitantes) en otro, una porción de la ciudad, como Pueblo Nuevo en Temuco (más o menos 40.000 habitantes). Precisamente, lo que permite que una sociedad humana pueda ser definida como "una localidad" es su identidad cultural, es decir, que posee una cultura más o menos homogénea en cuanto a costumbres tradicionales y modernas, valores, normas de vida, lenguaje, simbolismos y cultura material desarrollados, seguramente, a lo largo de un historia común. Si esta cultura común no es claramente visible no se puede hablar de "una localidad". Para quien esta acostumbrado a pensar la cultura en forma amplia, puede que este aspecto de la cultura parezca forzar los argumentos, pero en Temuco nadie hasta ahora ha dejado de aceptar que la cultura de una comuna como Pucón, por ejemplo, no se parece en mucho a la cultura de Galvarino, dentro de la misma Provincia de la IX Región.

Cuando se habla de "lo local" se esta significando a una comunidad relativamente alejada de los centros urbanos, por ello es que nunca oiremos noticias que comiencen diciendo que "en la localidad de Santiago..., o Temuco... ocurrió... tal o cual cosa”, pero sí lo oiremos de lugares que no sean los centros urbanos mismos.

- La Cultura Regional.

No se refiere a las Regiones administrativas de Chile, sino a una porción del territorio nacional más o menos amplia que manifiesta una clara identidad regional. En Chile esto es reconocible: son distintas la cultura de la VIII Región, comparada con la VII o la XIX Regiones. En cambio uno puede identificar que hay más de una identidad regional al interior de la X Región. Del mismo modo, culturalmente, las Regiones del Norte de Chile son distintas a las regiones del Sur. Las diferencias se deben a que cada región a lo largo de su historia, ha desarrollado sus propios elementos culturales, con sus sabores locales, sus propios significados, valores y costumbres, generando una identidad cultural propia y característica. Uno de los campos más inmediatos para apreciar los cambios o diferencias en la cultura regional, son las costumbres en las comidas, ya que cada región se caracteriza por sus propias recetas culinarias, lo que hace las delicias de los viajeros y turistas (de lo contrario bastaría con conocer la cocina de una región de Chile, para conocer la de todo el país)

- Cultura de los Sistemas Organizacionales.

Esta se refiere a la cultura dominante en el interior de los sistemas organizacionales tales como escuelas y otros servicios del estado, empresas, fábricas, etc. En que el principio de recursividad nos permite tomar a cada uno de estos Sistemas organizacionales como un todo integrado y homogéneo y por lo tanto con su propia cultura En ellas encontraremos un conjunto de elementos culturales como los ya descritos (valores, normas, costumbres, tradiciones, lenguajes característico) todos, representativos del medioambiente del sistema organizacional. Esta cultura depende de las principales corrientes de entrada desde el entorno al sistema en estudio; por lo que es conveniente poner mucha atención a esa fuente de significados culturales, ya que no solo el entorno inmediato puede ser significativo, sino que también pueden serio otros sistemas más lejanos. Por ejemplo, en algunos ambientes organizacionales, especialmente de servicios como Hospitales y Escuelas, la cultura del entorno inmediato, lo local y lo regional, pueden ser muy fuertes en materia de costumbres, tradiciones, lenguajes y valores imperantes, mientras que en ciertas empresas, la casa matriz puede estar imprimiendo una cultura muy marcada en el contexto de la organización local (especialmente empresas con necesidades competitivas y técnica, como la IBM, por ejemplo), a pesar de lo lejana que esté su centro de operaciones.

Tengan presente: una cultura típica de un sistema organizacional es la de una Unidad Educacional, ya sea una jardín de párvulos, una escuela básica, media o una universidad.

- Las Culturas Nacionales.

Los chilenos que se han encontrado en Europa, por ejemplo, rápidamente descubren que hay un muchos aspectos que los unen, aunque uno haya nacido en Arica y el otro en Punta Arenas. Según Kottak, la cultura nacional se refiere a las experiencias, creencias, patrones aprendidos de comportamientos y valores compartidos por ciudadanos del mismo país. Los lazos de unión son aquellos que hemos llamado los elementos o contenidos culturales comunes para todos los habitantes del país. Esos rasgos culturales comunes, al mismo tiempo representan nuestra identidad nacional y nos dan la categoría de "nación". Estos elementos comunes de nuestra identidad nacional son innumerables, algunos de ellos tocan fibras claramente psicológicas, como los valores profundos de "amor a la patria" o de nuestra cultura religiosa. Por ejemplo, los elementos de nuestra cultura se expresan en la costumbre de comer empanadas, el valor que se le da a la solidaridad, o a los valores tradicionales, que se expresan en los bailes y danzas nacionales; las símbolos nacionales; nuestro lenguaje chileno (dialecto chileno del castellano, con giros como el ¡Al tiro!) y una rica cultura material artesanal, arquitectónica, de vestimentas, alimentos; incluyendo el arte nacional en todas su formas.Las culturas nacionales cubre todos los aspectos de la vida en común, desde las maneras de mesa hasta la actitud ante los impuestos. Por ejemplo, los países anglosajones se destacan por su cultura impositiva y los ciudadanos corrientes valoran mucho que se demuestre públicamente que lo que pagan en impuestos es bien invertido. En esos países los representantes políticos y los servidores públicos tienen muy en cuenta el valor que esa percepción ciudadana da al buen uso de los aportes de los que pagan impuestos. Es una verdadera “conciencia impositiva”. En Chile, en cambio, podríamos decir que la conciencia impositiva ciudadana es relativamente baja

- Cultura Iberoamericana.

La profunda reflexión que provocó la conmemoración de los 500 años del Descubrimiento de América incluyó la búsqueda de los elementos de nuestra identidad. Numerosos ensayistas hicieron su contribución en el medio de variadas controversias. Sobrepasado 1992, quedó en claro que sí se comparten algunos elementos culturales a lo largo y lo ancho del territorio del mundo que hemos preferido llamar Iberoamérica: los países americanos de raigambre Ibérica y los pueblos de la Península Ibérica misma.

Finalmente, ¿qué compartimos?, o lo que es lo mismo, ¿Qué tenemos en común los pueblos iberoamericanos?. Una respuesta es que compartimos una cultura de la Historia Oral, del Ritual y de la Muerte También interpretada como "cultura que se manifiesta en el rito, el sacrificio y la fiesta" A lo que habría que agregar como parte integrante de esta cultura común, un lenguaje, una religión cristiana y una historia de conquista comunes de los pueblos Iberoamericanos.

Cultura Occidental.

Se habla mucho de nuestra cultura "occidental y cristiana", pero hay un gran desconocimiento en torno a lo que significa lo de "Occidental" en cuanto a cultura, siendo común que se crea que cuando hablamos de cultura occidental nos estamos refiriendo solamente a las raíces filosóficas nacidas en la antigua Grecia, pero la cultura occidental es mucho más amplia que ello e incorpora (¡Por supuesto!) costumbres, valores, creencias y normas, lenguajes, simbolismos y aspectos materiales con una clara raíz histórica occidental. Contiene lenguajes de raigambre absolutamente occidentales como las lenguas romances y germánicas que están en la raíz de todos nuestros idiomas; nuestra manera de escribir de izquierda a derecha y con el alfabeto latino usado en este texto; formas de comportamientos como sentarse en sillas y no al nivel de suelo, formas de saludarse, vestimentas que excluyen las túnicas y popularizan el pantalón y la corbata. Maneras de mesa y comidas comunes, etc. etc. Todo ello, finalmente, da sentido y contexto a una visión de mundo que se origina y se expresa en la filosofía que se origina en la Grecia clásica.

- Cultura Universal.

Obviamente el territorio de esta cultura es todo el planeta y esta representada fundamentalmente por todo aquello que compone el pensamiento científico, filosófico y el patrimonio estético (artístico) e histórico, que componen el patrimonio de la humanidad. Al respecto Kottak dice que ciertos rasgos biológicos, psicológicos, sociales y culturales son universales, compartidos por todos los humanos en todas las culturas

La CULTURA y la cultura

- La CULTURA:

La cultura con mayúscula se asumen como la que, de alguna forma, muestra una práctica social más refinada que otra, es el arte el que permitirá establecer la refinación. Pero ¿qué es lo que es el arte? Para algunos románticos es la posibilidad de acercarse al mundo de lo real por medio de las sensaciones que producen los sentidos. Una inspiración proveniente de la interacción entre el mundo de la naturaleza y un nosotros. Para los griegos, el arte, se hacia presente tanto en la simple herradura, como en la estatua de Apolo, o en la tragedia de Sófocles, pero en la modernidad quedará reservada a los productos exclusivamente simbólicos (estatuas, pinturas, música, poemas, etc.), destinadas a la glorificación de dioses, reyes, ciudades y hazañas de guerras3. La obra como tal existe en la medida que hay una grupo de sujetos dispuestos a entregarle un valor, que no es sólo material, sino también simbólico, por lo tanto el consumo cultural generado por el capitalismo es un acto suntuario donde el burgués, desde su poder económico, busca ejercerlo también en el signo.

- La cultura

La cultura con minúscula se va asumir como aquella que no puede establecer refinamiento, al igual que la primera representa una forma de vida, pero esta vida, para la cultura con minúscula, será la de orden cotidiano, esas que de alguna forma se han identificado con la época tradicional, con el que hacer dentro de la familia, de la socialización que ahí se provoca.

Funciones de la cultura

- Donación y reducción

Todas las culturas han sido donadas por las sociedades que la preceden, desde la forma como comemos, hasta la forma en pintamos un cuadro, es así como nosotros aprendemos por medio de la socialización primaria y segundaria, aprendizaje de mecanismos para relacionarnos.

Además de ser donados los patrones culturales, necesariamente reducen el accionar al individuo limitándolo en su quehacer. Es por medio de esta reducción que la idea de tradición cultural crea las pautas que la rigen.

Características de la cultura

Dentro de los fundamentos que sustentan a la cultura podemos encontrar a los valores y las normas.

Valores:

Los valores dan sentido, significado y orientación a los individuos cuando interactúan. Por ejemplo

  • La monogamia: Práctica sexual que restringe a la fidelidad a una sola pareja.

Normas:

Las normas son reglas de comportamiento que reflejan los valores de la sociedad en este caso de nuestro mundo occidental. Por ejemplo:

  • Las leyes

Los valores y las normas funcionan en conjunto con la realidad social y varían de una cultura a otra, muchos de los valores que creíamos asentamos (como el matrimonio) hoy se asumen como posibilidades y no como normas.

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